Quintanes Natura nace con el objetivo de fomentar el respeto hacia el entorno mediante su conocimiento. Creemos que este es un valor vital en el proceso de formación de jóvenes y niños.
Quintanes Natura es un proyecto pensado para fomentar el respeto al medioambiente y a sus valores. Un lugar para aprender de la naturaleza con todas las posibilidades de ocio que esta nos ofrece. Un entorno privilegiado con una fauna y una flora destacables que despertarán vuestro interés. A través de estas rutas señalizadas podréis acceder a todas las actividades que ofrece el Espai de Natura.
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A partir del llano de Quintanes, haremos un tramo del sendero del Rector, que se adentra en el bosque atravesando antiguos bancales de cultivo, hoy en día repoblados de pino silvestre (Pinus sylvestris). Tras recorrer unos 250 metros llegamos al sendero de los Sants Màrtirs. Aquí se debe ir dirección sur girando a nuestra izquierda.
Llegaremos a un claro en el que se encuentra una balsa de agua medio escondida que sirve de baño a las vacas.
El camino salva una antigua fuente, la fuente del Pla, y saliendo del claro seguimos por un camino estrecho que nos lleva a un sendero más ancho de desembosque por el que pueden circular vehículos a motor.
Una señal nos indica que subamos la cuesta buscando las alturas y, a través de un tramo estrecho, empinado y rocoso, llegamos a la cresta entre trigos y arces (Acero opalus, Acero campestre), mostellares (Sorbus aria) y robles (Quercus humilis).
. Una vez en la parte más alta, la vista merece la pena y podemos elegir entre llegar a Sant Martí Xic o a Santa Llúcia.
Observaciones: se trata de un tramo de cierta dificultad para recorrerlo a pie y más en bicicleta, dado el desnivel a salvar, la poca anchura del camino en algunos de los tramos y que es pedregoso. Cubre una distancia de 1250 metros.
Desde el camino que sube al llano de Quintanes, dejando los campos de cultivo a la izquierda, llegamos a un indicador que marca un acceso fácil y ancho a la cueva de los Sants Màrtirs.
Tenemos que dejar a la derecha el camino que nos llevaría a la fuente del Castelló y el que nos dirigirá hacia la fuente de la Abella hasta encontrar el último indicador que nos colocará en un sendero estrecho que, paralelo a la cresta dirección N-NO, nos llevará hasta la cueva de los Sants Màrtirs (Santa Llúcia i Sant Marcià).
El último tramo es estrecho y algo empinado, premiando el esfuerzo con una vista panorámica de la parte norte de la Plana (Vinyoles, Torelló, Sant Pere de Torelló...)
Un gran pino negro (Pinus nigra) guarda el camino en sus últimos metros.
Los Sants Màrtirs son los patrones de Quintanes, que según la leyenda murieron en Vic en tiempo de la persecución de Decio.
Observaciones: son unos 550 metros de camino ancho y fácil y unos 600 metros de sendero estrecho por el que se puede pasar en bicicleta o a pie. Los últimos 70 metros son de una pendiente considerable y hay que vigilar con los márgenes.
Salimos de Quintanes hacia la carretera, dejamos la balsa a la izquierda, con un alcornoque (Quercus suber) que desde hace más de diez años resiste el frío y el tipo de tierra de la Plana.
Giramos después del taller a la izquierda y bajamos siguiendo una acequia y sus chopos. A unos cien metros, cruzaremos el arborétum, colección de árboles y arbustos aclimatados al país.
Pinos, robles, fresnos, cornejos, bruscos y endrinos son algunas de las especies señaladas.
Llegaremos a una explanada donde podremos decidir si tomar el camino del arroyo o seguir por el camino rural hasta la zona más baja de la finca de Quintanes.
Observaciones: se trata de un camino muy sencillo, de unos 1200 metros. Se puede hacer todo en vehículo, a caballo, en bicicleta o a pie.
Unos 50 metros después del aula de naturaleza encontramos un claro a nuestra derecha, descendemos y encontramos un camino de desembosque que nos lleva a un puente de madera sobre el arroyo de Talamanca.
Tenemos que seguir sin cruzar el arroyo por un sendero paralelo que la sigue hacia arriba. Enseguida encontraremos los gigantes de la zona, cuatro chopos alineados (Populus nigra italica) y dos acebos (Ilex aquifolium) monumentales que aparecieron cuando se limpió la zona.
El sendero se va alejando del agua y va ganando altura. Se trata de una zona umbría, orientada al norte, en la que abundan las frondosas plantas arbustivas de sombra (afre, roble pubescente, arce blanco, boj, hiedra), muy distintas de las que se encuentran en la otra cuesta, orientada al sur, donde predomina el pino albar.
Acabaremos saliendo, después de sortear tramos estrechos y algo peligrosos por la dificultad del terreno, al camino que viene del arborétum.
Observaciones: se trata de un camino sin mucha dificultad, un recorrido circular de unos 625 metros. Hay un tramo peligroso con riesgo de caídas. Extremadamente complicado de hacer en bicicleta.
A partir de la parte final del camino del arborétum o la salida del sendero del arroyo recorreremos un tramo del antiguo camino de desembosque, después giraremos a la izquierda por un camino que sube entre sauces y fresnos, destacando un espécimen de más de 25 metros de altura (Fraxinus excelsior) de doble tronco que entre los alumnos de la escuela se conoce como "el fresno de la balma".
El camino pasa cerca de una cascada y cruza la acequia por un pequeño puente de madera. Enseguida empieza a subir y nos permite ver el pinar (Pinus sylvestris) que cubre la otra cuesta.
Un camino empinado con eslabones salva los 20 metros de desnivel y nos lleva a un claro, el llano del Solet.
Desde aquí se puede volver a la escuela, ir a Vinyoles o dirigirse hacia la parte oeste de la finca cruzando la carretera Sant Hipòlit - Sant Boi de Lluçanès.
Observaciones: se trata de 200 metros, la primera parte se puede recorrer en coche, la segunda tiene cierta dificultad, no está adaptada para personas discapacitadas, ni para recorrerla a caballo o en bicicleta de montaña. El cambio de desnivel y los afloramientos de rocas dejan como única solución unos eslabones de cierta dificultad.
A partir de aquí el sendero bordea unos campos de cultivo y desciende hasta llegar a un camino rural que desde la carretera da paso, después de varios giros, a unos campos en los que se suele cosechar cereal.
Nosotros lo dejaremos antes de que llegue a la carretera, giraremos en dirección oeste por una antigua acequia que, al cabo de pocos metros salvará la carretera pasando bajo el abrigo de un puente de piedra.
Entre pinos albares, robles, eléboros negros (Helleborus foetidus) y hiedras (Hedera helix) el caminito sigue por el lado de la carretera hasta encontrar un paso canadiense sobre un camino rural que debemos tomar. Al subir, la vista de Quintanes y de los campos de cebada o ray-grass se presenta a nuestra izquierda.
Sant Martí Xic, la cueva de los Sants Màrtirs, Santa Llúcia y Serratosa son posibilidades que dejaremos a nuestra derecha.
Observaciones: se trata de unos 900 metros, adecuados para caminar, ir en bicicleta o a caballo. No está preparado en alguno de sus tramos para vehículos motorizados.
Desde el camino que nos lleva a la Mina, un indicador nos alejará de las tierras cosechadas y nos adentrará en el bosque entre antiguas hazas de cultivo que hoy mantienen un pinar (Pinus sylvestris) reforestado durante los años sesenta.
El sendero salva el desnivel y, cruzando el sendero que nos lleva a la cueva de los Sants Màrtirs, continúa por el llano Llis hacia la cresta.
En un par de ocasiones queda abierto a caminos de desembosque, pero que quedan atrás al ganar altura. Desaparece el pino y da paso al arce común (Acer campestre), afre (Acer monspessulanum), mostellar (Sorbus aria) y roble (Quercus humilis). Aquí se vuelve estrecho, empinado y algo difícil para conseguir ganar 150 metros de desnivel y llegar a la cresta.
Observaciones: se trata de un sendero sin mucha dificultad, adecuado para recorrerlo a pie. A partir del último cruce con los caminos de desembosque no es posible subirlo en bicicleta. Se puede bajar desde la cresta con extrema dificultad.